En el centro de la Ciudad de México habita una mítica cabeza de serpiente que ve pasar a cientos de miles de personas al día.
Esta especial escultura ha sido encontrada en la obra del nuevo Palacio de los Condes de Santiago de Calimaya, que ha sido renovada durante el siglo XVIII, sin embargo cuya construcción original se remonta hasta 1528. El inmueble ha sido vivienda de Juan Gutiérrez Altamirano, quien era primo de Hernán Cortez y ostentaba el cargo de regidor de Texcoco. La recomposición ocurrió en 1777 y estuvo a cargo del arquitecto Francisco Guerrero y Torres, quien combinó la obra original con un semblante barroco de innumerables palacios virreinales. Ha sido en aquel entonces una vez que la cabeza de la serpiente ha sido encontrada y preservada gracias a su costo histórico y cultural, puesto que había interés en edificar una identidad que mostrara el pasado prehispánico.
El Palacio de los Condes de Santiago de Calimaya ha sido identificado patrimonio nacional en 1931. No obstante, en 1960 el inmueble podría ser convertido en el Museo de la Ciudad de México y, nuevamente, se necesitaría una remodelación, la cual estuvo a cargo del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez. Se adecuaron las habitaciones para convertirlas en aulas de exhibición, mientras tanto que la serpiente de roca permanecería en el exterior.
En la actualidad la serpiente es testigo de los millones de capitalinos y turistas que recorren nuestra Localidad día tras día, puesto que se sitúa en una de las regiones más concurridas de la Ciudad de México